Pese a las dudas generadas por el equipo antes del inicio de la temporada, el equipo demostró en el comienzo de liga ser un bloque compacto y con gente con calidad y definición arriba. La granada se pintó roja en su totalidad, excepto el tallo y las hojas que se mantuvieron verdes. A pesar de vencer por 2-1 al Real Zaragoza en la jornada posterior, otra derrota por 3-0 frente al FC Barcelona B palpaba que el Granada atravesaba una pequeña crisis en su juego.