Este trabajo incide también en algo que ya se ha constatado en investigaciones anteriores con ropa, como unos pantalones vaqueros, y es que la mayor parte de las emisiones de las camisetas no se generan por la obtención de los materiales (20%), ni durante su fabricación (9%), ni durante el transporte por medio mundo (2%), sino por su uso cotidiano (60%): por la energía utilizada en el lavado y secado de la ropa(3).