Al comienzo de la temporada 2010-11 el club se encontraba al borde de la bancarrota y sus acreedores pidieron al Tribunal Superior de Justicia que permita una venta del club, camiseta futbol inglaterra haciendo caso omiso a los deseos de Hicks y Gillett. Los empresarios estadounidenses George Gilett y Tom Hicks pasaron a ser dueños de la entidad en 2007 en un acuerdo que le dio un valor al club y sus deudas pendientes en £218,9 millones.