Finalmente el partido terminó empatado 1:1 y Boca ganó en los penales, destacándose el arquero Abbondanzieri, quien atajó dos penales. Javier Villarreal anotó entonces el suyo y Boca clasificó para una nueva final de la Libertadores. Carlos Tévez entró en el segundo tiempo y al final del partido fue fundamental para controlar la pelota. En el segundo tiempo, Bianchi buscó que su equipo mantuviera al Milan lejos de su arco, con el fin de garantizar al menos el empate y definir la final por penales.