La primera peña del F. C. Barcelona legalmente constituida llevaba el nombre del bar Solera, donde fue creada en 1944 bajo el impulso del exjugador José Samitier, junto con los entonces jóvenes Antoni Ramallets, Mariano Martín, César Rodríguez y Gustavo Biosca, que posteriormente defenderían la camiseta del primer equipo azulgrana. Cruyff empezó a trabajar entonces en una nueva generación de canteranos, que emularan a sus predecesores Josep Guardiola, Albert Ferrer o Guillermo Amor y la encontró en la llamada Quinta del Mini, una remesa de canteranos con grandes cualidades encabezada por Iván de la Peña, junto a Albert Celades, los hermanos Óscar y Roger García o su propio hijo Jordi Cruyff.