El Madrid necesitaba un gol para desatar la tempestad que sólo parecía posible por Di María, cazado por Raúl García y Miranda, a los que cargó con dos tarjetas. Si un título justifica su llegada al Madrid es la Champions. Hatchwell. Desde el pasado mes de junio Asia Sports Development explota la comercialización, la gestión, los eventos y el desarrollo de la marca -el brand management- en un continente, que según el presidente de ASD «puede contar en estos momentos con 800 millones de personas que son simpatizantes del Real Madrid». Organiza eventos, conoce a la perfección el mercado de Asia y entre sus últimos eventos organizados aparecen las actuaciones del mago David Copperfield en Hong-Kong y las de Julio Iglesias en Pekín y Singapur. El empate, en el tiempo de prolongación, puso el viento en las velas blancas, las inflamó, frente a un rival que no pudo reponerse ni en su corazón, ni en sus pulmones, ni en sus piernas.
La gloria ha elegido la Décima frente al malditismo. Frente a los esfuerzos de Di María y la impotencia de Cristiano, el Madrid apenas pudo poner en suerte a Benzema, también mermado. Vestir de blanco es tener una misión, asumir el cometido de cambiar una historia frente a todos aquellos a los que únicamente les resta admitirla, padecerla, incluso con la crueldad que lo hizo este Atlético machadiano, partido a partido, golpe a golpe, verso a verso. La Décima nos explica, también en 10 versos como 10 copas, el porqué de una historia protagonizada por héroes como Sergio Ramos, pero cuya métrica tiene que ver con condiciones labradas en el tiempo por encima de los personalismos. Sergio Ramos es hoy quien mejor representa ese madridismo eterno que respira donde los demás mueren. Ese día saben que el siguiente es sólo un peldaño en la subida hacia el trono sin el que comprenderse es una tortura. Es más, precisa que «por una mera observación se entiende que la camiseta que se vende con simbología republicana no es confundible, por tanto no da lugar a reactivar el expediente».
Gran apasionado por la música y el cine de terror; estar en algún show es su lugar feliz. En lugar de poner lo suyo, peso, el técnico quiso que pusiera el mando. Todo lo que pasó después fue como la corriente del río, el tanto de Marcelo, el penalti que el propio Cristiano sufrió y transformó para desatarse en el lugar que más habría deseado, Lisboa, su país. Ancelotti agitó el equipo con lo que tenía, Isco y Marcelo, y finalmente hasta Morata. Pero además, el producto se acompaña de un mando a distancia que te permitirá accionar el disparador de tu cámara hasta a un máximo de 10 metros. Además, se pueden lavar en lavavajillas. Bote de 200 ml. Todo un referente en la banda derecha madridista con 200 partidos, 4 goles y 32 asistencias. Hasta la sentencia, fue un futbolista con las botas mal puestas, al revés. Una exclusiva sobre el Real Madrid: durante 2015, el club negoció con Adidas una ampliación del contrato hasta 2024 para ingresar 900 millones por su equipación. Y una exclusiva sobre el Atlético: Sergio Kun Agüero también perteneció a un fondo de inversión. El tratamiento milagroso únicamente le sirvió para poder decir que estuvo sobre el campo, pero desafiar a la naturaleza suele tener consecuencias.
Cuando Diego Costa abandonó el campo, a los ocho minutos, el Atlético no sintió sensación alguna de desamparo. La situación desvelaba la verdad: Diego Costa tiene calidad, por supuesto, pero está dónde está porque lo ha llevado su equipo. Para los amantes del Fútbol Club Barcelona, esta pulsera de silicona con estampado del escudo del equipo es perfecta para lucirla en cualquier ocasión. En la ocasión más clara, gracias a un fallo de Tiago, el único del mediocentro, llegó hasta más allá del punto de penalti y no encontró la red, como un verdugo que no quiere matar. Cuenta con un descuento del 50%, así que es una oportunidad única para ahorrarte hasta 45 euros en su compra. Cristiano calculó cada carrera y hasta cada golpeo, camisetas futbol baratas no fue el purasangre indomable que se desata en la pradera ni cuando la tuvo delante. Los millones desviados a paraísos fiscales por importantes futbolistas como Cristiano Ronaldo; las comisiones y dudosas maniobras de representantes de jugadores como Mino Raiola; el poder en muchos clubes ayer y hoy de fondos de inversión con dinero de procedencia opaca; el reciente desembarco masivo de capital chino en el fútbol europeo; y muchos otros asuntos denunciables alrededor del balón.